EL GRILLO
Con cuatro palitos finos,
el grillo encendió una hoguera.
La chispa con que encendió
¿de dónde la consiguiera?
Fueron rodeando su brillo,
cuando la helada fue negra,
hormigas en camisones
trepaditas a las piedras.
Llegaron muchas avispas
con trajes de enredadera,
flacos mosquitos con frío,
bichos de luz sin linterna.
Como la vela de un barco,
como un pétalo que sueña,
la mariposa del aire
se posó sobre la tierra.
Poco después se durmieron,
deseando que siempre hubiera
un grillo y cuatro palitos,
para encender una hoguera.
María Cristina Ramos

No hay comentarios:
Publicar un comentario